Un año después de las grandes manifestaciones del 22 de Marzo de 2014, se quieren repetir las mismas, el próximo Sábado 21 de Marzo de 2015.  No cabe duda que los motivos para manifestarse no han desaparecido.  Si cabe, se han incrementado más, porque el panorama de la política institucional y los partidos mayoritarios genera tal hartazgo social que parece que supera los límites de lo aguantable.  La lectura de los medios de comunicación de masas se convierte cada día en un sin fin de noticias y declaraciones relacionadas con las instituciones del Estado, los grandes partidos políticos y sus eternos líderes que resultan cada vez más escandalosas y vomitivas. 
Volviendo a lo que fue el 22-M, nos
corresponde también denunciar la brutal actuación de la Policía de aquel
día y toda la represión de ese día y los posteriores, recordando los
casos más próximos, queremos expresar nuestro apoyo a Raquel y Javier.  
Raquel fue detenida arbitrariamente en las Marchas de la Dignidad
22-M y  quieren condenarla a 4 años de carcel.  Esta petición del
fiscal resulta escandalosa y demuestra la motivación política de las
actuaciones policiales en los conflictos con una raíz política y social
como los que se están viviendo en España en estos momentos.  Se ha
puesto en marcha una gran campaña de apoyo, con fotos, firmas y demás;
podéis seguirla en #RaquelAbsolución y en el blog  http://raquelabsolucion.blogspot.com.es
También
es interesante recordar la entrevista que publicó Arainfo, a los pocos
días de su detención y puesta en libertad donde denuncia el maltrato
recibido en Comisaría por ella y por todas las personas detenidas
aquellos días.   http://arainfo.org/2014/03/video-raquel-tenias-detenida-en-madrid-el-22m-nos-cuenta-su-experiencia-en-la-comisaria-de-moratalaz/
El
otro detenido cercano fue Javier, residente en Caspe.  Su proceso
judicial parece ir más despacio.  Había empezado su participación en las
Marchas por la dignidad el 5 de Marzo, día en el que partió de Alcañiz
para llegar andando a Madrid, el día 22, como otras miles de personas,
en lo que fue la Columna Nordeste.  Permaneció en Madrid, después del
día 22, participando en nuevas movilizaciones, pero todo su proceso nos
lo cuenta él mismo: 
«Mi
nombre es Javier, residente en Caspe, pero nacido en Hospitalet de
LLobregat.  La decisión de participar en las Marchas de la Dignidad
(2014) fue por la situación del país que ya era insostenible: Salimos de
Alcañiz el cinco de marzo, andando hacia Madrid.  El trayecto (dos
semanas) fue duro pero a la vez reconfortante saber que todo el grupo
pensábamos que ya era hora de un cambio.  La llegada a Madrid fue
colosal, en nuestra columna éramos unas 200.000 personas, todas unidas.
Antes
de que acabara la manifestación un grupo de radicales (policías
encubiertos) la reventaron y empezaron los disturbios.  Detuvieron a
infinidad de personas, así que decidimos quedarnos hasta el lunes para
esperar a los detenidos en la plaza Castilla.  Por la tarde había una
manifestación en apoyo a los que seguían detenidos, pero a mitad de
manifestación intervino la policía y no nos dejaron continuar.
El
miércoles 26 yo tenia decidido volver a Caspe;  fui a la Universidad
Complutense de Madrid, donde estaban de huelga(anteriormente se nos
ofreció la oportunidad de dejar en la universidad las mochilas), una vez
dentro entró la policía y nos detuvieron a 50 personas y nos
registraron.  En mi caso dentro de la mochila llevaba un tenedor, un
chuchillo una cuchara, un plato……y me acusaron por el hecho de
llevar un cuchillo.  Mi contestación fue que llevaba dos semanas de
marcha y necesitaba utensilios para comer.

Nos llevaron a
comisaría de Moratalaz, alli el trato fue despreciable, sentados en una
habitación recibiendo todo tipo de insultos sin poder hablar, entramos a
las once de la mañana y nos soltaron a las dos y media de la
madrugada.  Pasado un tiempo, ya en Caspe, me llegó la carta de la
denuncia, se me acusa, de ocupación ilegal, tenencia de armas y desorden
publico.

Fui
a declarar a juzgados de Caspe, en compañía de una abogada que me
proporcionó derechos civiles de Zaragoza, y ahora estoy a la espera de
la resolucion.Si los juzgados de Madrid deciden seguir adelanto con el caso, tendré que ir a juicio a Madrid.

Saludos»

El
#21M Las Marchas de la Dignidad volvemos a Madrid. ¡Pan, trabajo, techo
y dignidad! Aragón en pie. ¡Hay que echarlos! Aragón en piet. Cal
fer-los fuera!

 La rabia que generan las experiencias de estas dos personas y de tantas otras, podrían ser suficientes para seguir manifestándose, pero hay mucho más.
 La tasa de paro (EPA) sigue situada en el 24% de población con más de
cinco millones y medio de personas en situación de desempleo, la
cobertura de prestaciones a las personas sin empleo no llega al 58%.
Cerca de tres millones de personas carecen de ingresos, situación que
afecta a más de medio millón de hogares. Los empleos que se crean son
precarios y con salarios de miseria por lo que hoy se es pobre incluso
teniendo empleo. En este sentido la diferencia salarial entre hombres y
mujeres es del 24%. El paro juvenil sigue superando el 55% y cada día
son más los jóvenes que, como sus abuelos, tienen que emigrar para poder
tener el futuro que este país les niega. Las pensiones pierden poder
adquisitivo año tras año y su revalorización es una vergüenza.  Es alarmante el aumento de la pobreza que se sitúa en el 30 % de la
población, una de cada cinco personas está en riesgo de pobreza severa y
de exclusión social, esta pobreza tiene mayoritariamente rostro
infantil y de mujer. El aumento de la precariedad social, fruto de las políticas de recortes, de la precariedad laboral y salarial, de
eliminación de derechos y coberturas sociales, aumenta el número de
personas afectadas por los desahucios y por lo que se ha dado en llamar
pobreza energética (cortes de los servicios de luz, agua y gas).   La corrupción y las irregularidades fiscales roban a las arcas del
estado español un 5% del PIB, y junto a ello, la política fiscal
beneficia a los que más tienen, recayendo la carga sobre la clase
trabajadora y la mayoría social. Hoy en el estado español aumentan los
millonarios y también los pobres, agrandándose la brecha social.

Por otro lado, la represión, el uso de las fuerzas de seguridad del Estado para destrozar los derechos de las personas se convierte en una realidad diaria.  En Zaragoza, en Aragón, en todo el país, todos los días somos testigos de sentencias escandalosas, peticiones fiscales absurdas, detenciones arbitrarias.  Ir a una manifestación, participar en una protesta de cualquier tipo, estar en la calle con una pancarta pueden convertirse en riesgos reales de acabar con tus huesos en la cárcel, siendo víctimas de informes policiales irreales  en los que cualquier parecido con la realidad es inexistente.   Es difícil dar cabida a todas las actuaciones policiales, administrativas o judiciales que merecerían ser objeto de una denuncia pública, una protesta y un apoyo solidario que permita a las personas que las sufren no sentirse solas y tener fuerza para seguir hablando, para no caer en el aislamiento ni en la muerte social.  Ayer, la sentencia del Supremo contra 8 de los juzgados por la acción en Barcelona #AturemElParlament, en Zaragoza, 4 personas multadas con más de 300 euros por acercarse a una concentración de apoyo a Gamonal; hace unos días, en Moratalaz (Madrid) un grupo de jóvenes fue detenido en su casa por haber participado en una protesta contra los desahucios en un pleno municipal; hasta 125 años se están pidiendo para unos 300 sindicalistas por ejercer el derecho de huelga; en Zaragoza, también hay dos presos en prisión preventiva, por rechazar el fascismo en la calle… La Ley Mordaza se aprobó en el Senado, sin pena ni gloria, como una rutina represiva con el voto del Partido Popular, ansioso de obtener impunidad absoluta para su Gobierno y sus políticas.



El hecho de que el 21 de Marzo volvamos a Madrid nos sirve también para hacer una lectura positiva de todo esto.  Toda esta represión no es más que la única respuesta que le queda a un régimen corrupto.  Lo que se reprimen son iniciativas, procesos de acción colectivos, gente que hace cosas por el bien común, la justicia social y todo lo que puede suponer la lucha social como crítica del sistema establecido y posibilidad de construir alternativas.  Si se reprime, es que existe, tiene fuerza, es importante; por eso, quieren darnos miedo, aunque como se viene diciendo, el miedo está cambiando de bando. 
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