Siguiendo con nuestro compromiso de apoyar a estas personas y denunciar públicamente su situación, difundimos la realidad de esta persona a la que hemos llamado Néstor condenada también por un delito de resistencia frente a dos policías locales, en el Rastro de Zaragoza. Por supuesto, en el contraste entre las versiones de la Policía frente a las de Néstor, la sentencia se inclina a favor de la versión policial, a pesar de que ni siquiera los dos policías coincidían en su testimonio. Al final tuvo que pagar la multa y la indemnización como él mismo cuenta, para evitar una condena de hasta seis meses de cárcel.
Relato de Néstor
Soy negro. En julio de 2014 paseaba por el rastro para comprar alguna cosa. Me encontraba junto a un chico mantero que, de repente, salió corriendo. Sus cosas quedaron en el suelo. Un instante después, llegaron unos policías secretas y me detuvieron de malas maneras, tirándome al suelo boca abajo e inmovilizándome (serían 4). Un policía dijo a otro que yo no era el que estaba vendiendo, a lo que el otro respondió: ¡qué más da, todos los morenos son iguales, hijos de puta! Me esposaron y me llevaron al calabozo. Al día siguiente me llevaron al juzgado para tomarme declaración. Después me dejaron libre. Los policías nunca se identificaron ante mí como policías.
El juicio lo tuve en enero de 2015. Uno de los policías me había denunciado por agresión. Decía que le había dado un golpe en la cara. Yo estaba muy sorprendido porque en ningún momento de mi detención me resistí ni me comporté violentamente. En el juicio declararon dos policías: el que puso la denuncia declaró la agresión y el otro no dijo nada.
En febrero recibí la sentencia: una multa de 180 euros y una indemnización de 210 euros para el policía. Eso implicaba pagar 40 euros al mes para evitar la cárcel.
Seguimos dispuestos a denunciar estos abusos y llamamos a que las personas afectadas por ellos, se organicen y no asuman con resignación el papel de victimas frente a este racismo institucionalizado. Es muy negativo, denunciable y criticable que las fuerzas de seguridad del Estado dediquen personal y recursos a perseguir a estas personas, actuando con impunidad, aprovechándose de las dificultades de idioma y la precariedad en la que se desenvuelven sus vidas.
Los gobiernos consienten esa criminalización permanente y permiten, como en tantas otras realidades, que muchas personas sigan viviendo en la precariedad y la exclusión.
Afirmamos la dignidad de estas personas y su derecho a resistir frente a la violencia institucional que suponen condenas como ésta que contamos aquí que es una expresión legal de la vigencia del racismo, de la desigualdad y de la exclusión.
Sobrevivir no es delito es un lema que hay que hacer realidad ya, como primer paso para alcanzar la igualdad y la dignidad de todas las personas.
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La Plataforma Social Rastro y Venta Ambulante reunió el pasado viernes 17 en la Pza del Pilar a unas 150 personas en su gran mayoría vendedores sin licencia que tratan de vender en el Rastro situado en el parking de la Expo. Personas que llevan años reclamando una licencia para vender . La Plataforma Social Rastro y Venta Ambulante lleva año y medio pidiendo que se amplien en 100 plazas nuevas la venta en ese lugar. Para ello es imprescindible que se acompañe de un plan de promoción y mejora del Rastro existente: papeleras, frecuencia de autobuses, publicidad dirigida a turistas y vecin@s de Zaragoza, actos lúdicos infantiles etc. También plantean que se podría instalar los sábados un
espacio de venta de artículos de segunda mano para toda la ciudadanía en ese espacio. Con estas medidas el Ayuntamiento se ahorraría muchas horas extras de policías y el plus a FCC. De paso ambos grupos profesionales dejarían de destruir de forma ilegal enseres que la gente recopila con gran esfuerzo durante la semana -un auténtico bucle de crueldad que a buenseguro les genera desazón.
Han convocado nuevas movilizaciones:
CONCENTRACIÓN-ASAMBLEA VIERNES 31 DE MARZO. 18,00 h. Pza del Pilar.