En todo el mundo, se desarrollan políticas que lo convierten en algo invivible. Y no es una simple figura literaria: muchas personas solo tienen derecho a morir, a la miseria, a la cárcel, a la precariedad, al miedo. DDCC, desde Zaragoza, durante estos años hemos hecho nuestra contribución a que esto no sea así y creemos que se puede seguir haciendo. Agradecemos a todas las personas y grupos que han contribuido también y siguen haciéndolo, a intentar conseguir un mundo más justo y más igual, empezando por nuestra ciudad.
El Grupo de Derechos Civiles 15-M Zaragoza, que lleva trabajando en los últimos doce años en esta ciudad para denunciar las distintas formas de abusos, violencias policiales, racismos y otros tipos de atentados contra los derechos humanos de cualquier persona por parte del Estado, ha dejado de reunirse por imposibilidad de una gran parte de las personas que hasta ahora venían dándole vida.
Comunicamos esta circunstancia, no como un acta de disolución, sino como una llamada de atención para que otras personas, otros grupos puedan tomar el relevo y aprovechar todo el trabajo realizado. Dejamos una experiencia que está recogida en nuestra web, una caja de resistencia y toda nuestra presencia pública que puede ser retomada por quien quiera plantearselo de una forma organizada y constante.
La tarea a realizar sigue siendo ingente para conseguir que ningún abuso pase desapercibido y organizarnos para luchar contra cualquier forma de violencia institucional. Como decíamos en la presentación del libro Una década contra la violencia insitucional, «…los abusos que denunciamos son más sistémicos que sistemáticos, permanentes y contumaces por definición. Son los clavos que apuntalan la injsuticia… Siempre es mejor conocer, por triste que sea lo conocido. Siempre es mejor la rabia que la tristeza. Siempre es mejor compartirla que vivirla en soledad. Siempre es mejor comprender sus causas para compartirlas juntas». Por eso, porque siempre es siempre y no acaba mañana ni este mes ni este año, las realidades que llevaron a la formación del grupo siguen existiendo y merecen una respuesta organizada. Por eso decimos hasta luego porque creemos que puede haber otras personas, otras gentes que retomen estas convicciones.