El viernes 13 de octubre de 2017, Souleymane fue detenido por agentes de paisano de la Policía Local que perseguían a un grupo de vendedores ambulantes (ver aquí). El 19 de diciembre, vecinos y vecinas de Zaragoza acudimos a mostrar nuestro apoyo a Souleymane en la Plaza de la Seo y frente al edificio del Ayuntamiento de Zaragoza (ver aquí).

Souleymane fue golpeado por uno de los agentes en la cabeza, por detrás, con la culata de su arma, y muchas personas pudieron presenciar la escena con sus propios ojos. Ni él ni su compañero (S., detenido junto a Souleymane, prestó declaración como testigo ayer lunes 15 de enero) ofrecieron resistencia a su detención, por injustificada que fuese esta. De hecho, ambas detenciones fueron absolutamente arbitrarias, en plena calle, ante un nutrido grupo de personas que presenciaron atónitas cómo, sin motivo aparente ni imaginable, uno de los agentes golpeaba con su arma por detrás, en la cabeza, cerca de la nuca, a Souleymane. Volvemos a reproducir aquí parte de uno de los testimonios. Su autora, la periodista Blanca M.M., declaró como testigo a finales de diciembre.

Muchas personas que estábamos en las terrazas nos levantamos al ver la detención. En ese preciso momento vi a uno de los policías (mayor que su compañero) pegar con una pistola a un joven africano en la nuca. La reacción entre el público fue de sorpresa e indignación. Nos empezamos a preguntar unos a otros: ¿de verdad le ha golpeado con la pistola tras ya estar reducido? Los detenidos estaban nerviosos, agitados, gritando, pero en ningún momento, que yo viera, fueron agresivos contra la policía. Algunos miembros de la Policía Local, en cambio, sí fueron agresivos contra los que estábamos pidiendo, de manera educada, que no pegaran más a los detenidos y llamaran a una ambulancia para el chico que estaba sangrando tras ser golpeado con la pistola. La policía fue explícita y especialmente agresiva con un caballero de unos 70 años que exigió a uno de los agentes que se identificara para interponer una denuncia. Otros nos gritaron que si nos sentíamos unos “samaritanos”, mientras uno de ellos sí intentaba explicarnos lo que había sucedido y mediar.

Otra buena noticia que hemos conocido recientemente es la inminente declaración como testigo de esa otra persona incluida en el testimonio. La solicitud ya ha sido cursada al juzgado de su ciudad. Su voz fue grabada por la periodista. El audio de la entrevista (realizada inmediatamente después de producirse la agresión) forma parte de las pruebas aportadas en la instrucción del caso.

Hasta donde hemos podido saber, todos los testimonios aportados en sede judicial coinciden en lo relativo a dos cuestiones fundamentales: la actitud de los dos detenidos, la forma en que se cometió la agresión sufrida por Souleymane y la sola presencia de dos agentes en el momento de producirse el motivo de la denuncia.

Solo queda añadir, de momento, que el Grupo Derechos Civiles solicitó la admisión como acusación popular en la causa porque la definición del presunto delito responde absolutamente al contenido del trabajo de dicho colectivo en defensa de los derechos fundamentales. La acción popular todavía no ha sido admitida. De hecho, ni siquiera hemos obtenido respuesta alguna al respecto.

Seguiremos esperando, informando, denunciando y peleando por lo que es justo, precisamente en los mismo días en que el Tribuna Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo admite una demanda por racismo policial previamente rechazada por el Tribunal Constitucional (ver aquí con video ilustrativo de SOS Racismo y aquí).

Defender nuestros derechos no es odio. La represión que los viola, sí. No toquéis a nuestro hermano Souleymane.

Grupo Derechos Civiles 15M Zaragoza. 16-01-2018

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