Zaragoza, Marzo de 2018

– Admitida la personación del Grupo DerechosCiviles15mZgz como Acusación Popular en la denuncia de nuestro vecino Souleymane por un delito de lesiones contra la Policía Local de Zaragoza.

– Continúa la instrucción de los casos de Souleymane y Serigne, doblemente acusados de atentado contra la autoridad y delito contra la propiedad industrial.

 

Lo sucedido en Lavapiés o en el centro de Zaragoza durante los últimos días, como lo que ocurre cada día en tantos otros lugares, no es la excepción de ninguna ‘normalidad’ deseable. No son sucesos aislados sino el lamentable fruto de un problema estructural y un acoso cotidiano que atentan contra los derechos fundamentales y las necesidades básicas de muchas personas.

 

El viernes 13 de octubre de 2017, nuestro vecino Souleymane Camara recibió un golpe en la cabeza, junto a la nuca, propinado por un agente de la Policía Local de Zaragoza con la culata de su arma. Todo ocurrió ante un grupo de personas que, a escasos metros de distancia, vio algo muy distinto a lo descrito más tarde por el atestado policial. El 19 de diciembre, vecinos y vecinas de Zaragoza acudimos a mostrar nuestro apoyo a Souleymane en la Plaza de la Seo y frente al Ayuntamiento. Unas semanas después, la personación como acusación popular de parte del GrupoDerechosCiviles15Zaragoza fue admitida por el Juzgado de Instrucción nº5. La fianza de 3.000 euros impuesta da buena cuenta del enorme esfuerzo económico exigido a las entidades de defensa de derechos humanos para emprender las acciones que consideren oportunas – acciones que tales colectivos emprendemos en el ejercicio de nuestra legítima y, desgraciadamente, muy necesaria actividad.

Tanto Souleymane como su paisano Serigne tienen sendos permisos de residencia en regla y son trabajadores por cuenta ajena. Ambos son “afortunados” en comparación con otras personas que también viven expuestas a un riesgo permanente, pero el 13 de octubre no pudieron salvar ese riesgo porque son negros. Suena duro, pero es así de simple: en el contexto de una persecución como esa y como tantísimas otras, ser o no ser negro es lo que distingue al “perseguido” del “ignorado”. Serigne y Souleymane no se conocían antes de esa tarde. Ninguno de los dos ofreció resistencia a su detención, por injustificada que fuese, y ahora ambos están acusados ante el Juzgado de Instrucción nº6 por venta ilegal de artículos falsificados (“delito contra la propiedad industrial”) y “atentado contra agente de la autoridad”. En un curioso relato, el policía que golpeó a Souleymane en la cabeza aseguró que este había intentado arrebatarle la pistola después de que, fruto de un presunto forcejeo, el arma perdiera su sujeción y cayera al suelo. Bien distinto es el testimonio publicado pocos días después de los hechos por la periodista Blanca Muñoz, [ver aquí], que más tarde prestaría declaración como testigo. En la calle y en el juzgado, otros testimonios han coincidido en su descripción de la actitud de los detenidos y los agentes (diametralmente opuesta a la versión policial), la agresión sufrida por Souleymane una vez “reducido” sin oponer resistencia y la sola presencia de dos policías en el momento de las detenciones.

El trabajo legal continúa, pero sin apoyo social no se hará más ni mejor justicia. Seguimos y seguiremos.

Defender nuestros derechos no es odio. La represión que los viola, sí.

Sobrevivir no es delito. Tener otro color de piel, tampoco.

Ni leyes racistas, ni personas ilegales, ni cacerías policiales.

 

Grupo DerechosCiviles15MZaragoza

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